Shiitake

Rayos, centellas...y hongos

Un grupo de científicos de la Universidad de Iwate (Japón) viene trabajando en el tema desde hace tiempo. Basándose en el conocimiento tradicional sobre fructificaciones masivas en torno a lugares donde ha caído un rayo, investigaciones lideradas por Koichi Takaki parecen demostrar que las corrientes eléctricas pulsadas pueden duplicar las cosechas de hongos comestibles como el Shiitake (Lentinula edodes) o el Nameko (Pholiota nameko).

Al parecer no se trata de un fenómeno totalmente desconocido. Existen reportes del efecto de estas corrientes en la inducción de la fructificación desde la década del 50’. Más tarde, en 1987, Jitsufuchi y colaboradores lograron duplicar las cosechas por estimulación eléctrica de los sustratos invadidos.

¿La explicación? no se conoce hasta ahora. Es sabido que muchos hongos fructifican ante condiciones desfavorables y así incrementarían sus chances de sobrevivir y dispersarse hacia sitios menos hostiles. Al parecer, el estrés causado por la descarga es estímulo suficiente para aumentar la producción de fructificaciones.

En base a los trabajos de S. Tsukamoto del Colegio Ariake de Tecnología, Takaki estudió en detalle la producción de ciertas proteínas conocidas como hidrofobinas, relacionadas a la fructificación, luego de la aplicación de corrientes pulsadas.

Los resultados son interesantes: Durante las horas posteriores a la descarga eléctrica, la síntesis de estas proteínas se detiene por completo, para luego dispararse a niveles superiores a los normales. Además se detectó un cambio en la dirección de crecimiento de las hifas (las células filamentosas de los hongos) in vitro, de modo que estas se orientaron perpendicularmente a la superficie del medio de cultivo.

Elecrodos

Ni cortos ni perezosos, los investigadores de este equipo multidisciplinario, comenzaron a desarrollar un generador de electricidad pulsada para aplicación en producciones a gran escala. El sistema de aplicación es muy simple: se conectan los electrodos a ambos extremos de los troncos invadidos por el hongo, se activa la fuente de pulsos, y se espera pacientemente a los resultados. Además existe un prototipo adaptado para el cultivo en bolsa que está funcionando desde el 2005 en un establecimiento de producción a gran escala en la prefectura de Fukuoka. Allí se ha reportado incluso un incremento del tamaños de las fructificaciones del apreciado Buna Shimeji (Hypsizygus tessellatus), en respuesta a los pulsos.

El equipo de investigación sigue trabajando en el tema, y nosotros seguimos atentos a estas y otras curiosidades del maravilloso grupo de seres vivos que son los hongos.

Por Francisco Kuhar - HONGOS•AR

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